Una de las primeras funciones lingüísticas básicas en desarrollarse es la función de “escuchar”, gracias al aparato auditivo.
Resulta interesante distinguir entre el concepto “oír” y “escuchar”. El primero, trata de la recepción de ondas del medio físico gracias al oído. Cuando hablamos de “escuchar” nos referimos a la interpretación de dichas ondas y la elaboración de respuesta al estímulo recibido; la cuál va a ser un punto clave en el desarrollo de la comunicación y del lenguaje hablado. La comunicación, a su vez, es una de las herramientas más potentes con las que contamos los seres humanos, gracias a ella transmitimos mensajes, los recibimos, tenemos la posibilidad de transmitir y enseñar formas de trabajar, nos relacionamos, transmitimos culturas y modos de vida, enseñanzas, opiniones, etcétera.
