Desde que la crisis comenzó todos los trabajos se han resentido, destruyendo muchos puestos de empleo en muchas localidades y provincias, viéndose afectadas muchas ramas, no tan sólo la del sector servicios y la tecnología sino también la de la salud y en especial la enfermería. Diversos profesionales tales como los médicos y las enfermeras, han tenido que emigrar a otras zonas de Europa, buscándose un mejor porvenir que España no les puede proporcionar. En Reino Unido, se han generado más de siete mil empleos diferentes, una cifra que ha alcanzado para cubrir algo menos de la mitad de la necesidad de empleos que se requieren aquí. Un número desolador, ya que para equiparnos a la calidad del servicio de otros países de la Unión Europea tendríamos que tener una cobertura de algo más de 100.000 enfermeras.

Según los últimos estudios otros países tales como Alemania, Finlandia y Suecia o Austria y Francia, también han cubierto la demanda de empleos necesaria, sumando algo más de 3500 nuevos empleos, algo que ha demostrado que la fuerza del nacimiento de nuevas oportunidades están en los demás países vecinos y no en nuestro país. En menor número pero también demandando cada día más ofertas, han estado otros países tales como Irlanda, Bélgica e incluso Hungría, con una cifra moderada de 25 puestos nuevos de empleo para enfermeras.

 Muchas veces estas ofertas en vez de quedarse en el lugar de origen, llegan hasta aquí con el propósito de obtener alianzas con otros países o para recurrir a personal cualificado en determinadas áreas en las que se necesita una determinada experiencia o conocimiento. El problema que encontramos en España, es que a pesar del avance que tenemos frente a otros países, todavía nos encontramos con algunos déficits que hacen que la cobertura de los hospitales sea mínima o muy justa. Las facilidades que proporcionan en otros países, aportando vivienda gratuita así como clases del idioma prioritario, atraen a muchos profesionales del sector, que desean salir del atolladero encontrando un trabajo que las ayude a salir del gran túnel negro, que ha creado la gran crisis económica de estos años.

La cruda realidad, que se espera que cambie dentro de poco, es que las plantillas actuales están bajo mínimos, con un panorama desolador en el que por lo menos existe una cobertura de 100000 habitantes para cada 550 enfermeras, aproximadamente, destacando los puestos que todavía faltarían para llegar al número ideal de profesionales por tantos habitantes. Por ahora, se sabe que harían falta más profesionales de la salud en ciudades tales como Madrid, Málaga, Sevilla y Alicante, continuando en paro más de 17.000 enfermeras; actualmente y según las cifras últimas del paro y la emigración a otros lugares para buscar empleo, ya se han ido más de 5000 enfermeras y médicos casi de forma forzosa, por lo que la situación se ha complicado un poco. En el Consejo Internacional de Enfermeras ya se ha hablado del tema, comentando que hará falta una reestructuración de los presupuestos para inducir a la mejora general del sistema, que tan pronto aumente la demanda, subirá notablemente y de forma estrepitosa. Algo que se presentará como un problema, ya que llegado el momento se necesitarán cubrir puestos con personas que se habrán ido al extranjero y que no podrán ceder su mano de obra en el país de origen.

www.tta-personalmedizin.de